APROVECHANDO EL TIEMPO EN NUESTRO HOGAR

(* Sleeping girl. Renoir, 1880)

“Que enseñen a las mujeres jóvenes a ser… cuidadosas de su casa” Tito 2:4-5.

Pasar todo el día en el hogar no garantiza que seamos cuidadosas de nuestra casa, no es sólo cuestión de ubicación, también requiere saber administrar recursos y tiempo.

Veamos un día en la vida de un ama de casa descuidada:

Su familia sale a las 7:30, ella les hace el desayuno, los despide y vuelve a la cama hasta las 9:30; luego se arregla, prepara su desayuno y se pone a ver su programa matutino favorito. Son las 11:00, hora de llamar por teléfono. A las 12:00 comienza a hacer la comida (mientras sigue viendo la TV), a las 13:30 va por los niño a la escuela… ¡ya se le fue la mañana! Comen (viendo la tele). A las 16:00, ya que lavó los platos, se dispone a ver su telenovela favorita, así que prepara una dotación de galletas para darle a los niños y que no la molesten… en eso recuerda que tiene que planchar la camisa de su marido para el día siguiente (lo bueno es que lo puede hacer frente al televisor). A las 17:00 hrs. se terminó la novela, ahora sí, a revisar la tarea de los niños; a las 17:30 corre a preparar la cena porque ya está a punto de llegar su esposo ¡se pasa tan rápido el día! Ni modo, tendrá que quedarse levantada después que todos se vayan a la cama para poner a lavar ropa o doblar la que lavó el día anterior… lo bueno es que ¡van a pasar un nuevo capítulo de la serie de las 22:00hrs!

Esta historia es exagerada, sin embargo la podemos usar para ilustrar el punto: el que no tengamos un trabajo fuera del hogar no implica que en verdad estemos siendo cuidadosas de él.

Insisto, si aprendemos a administrar sabiamente recursos y tiempo nos será más fácil cuidar de nuestro hogar y tener tiempo para nosotras y los que amamos.

Tal vez no podamos tener un horario estricto hora por hora, pero una buena idea es hacer una lista de prioridades y repartirlas en la semana. Estas son algunas actividades que podemos hacer durante la mañana.

Lunes- Lectura y oración (30 min) lavar ropa (mientras se hacen las demás actividades), doblarla y guardarla (15 minutos que puedes aprovechar para platicar), lavar baño (10 min), barrer y trapear (45 min), hacer lista de compras (15 min), salir a caminar (45 min).

Martes- Lectura y oración, comprar despensa e ir a la tintorería, planchar, barrer, hacer bicicleta.

Miércoles- Lectura y oración, sacudir, baño, barrer y trapear, salir a caminar.

Jueves- Lectura y oración, lavar ducha, llamar familia, barrer, clase manualidades.

Viernes- Lectura y oración, barrer y trapear, sacudir, salir a caminar, ir al manicure.

Si hay alguna actividad que te robe tiempo que deberías estar usando en el cuidado de tu casa, prueba poniendo un verso o una nota de aviso que te disuada junto al objeto, ya sea el televisor, el teléfono, la computadora o cualquier otro:

“El tiempo es el material de que está hecha la vida ¡NO LO DESPERDICIES!” (Ver Efesios 5:16).

“¿Para qué voy a llamar? ¿Para edificar a fin de dar gracia a quien me oiga o para chismear?” (Ver Efesios 4:29).

Hagamos de nuestro hogar un refugio donde se encuentre siempre una palabra de amor y aliento en un ambiente limpio y agradable.