Los doce esenciales para padres (parte 3)

(Niños, 1834 Waldmueller)

IX. Pertenencia / Significado
Los niños deben sentir que son parte vital de algo significativo. Uno se siente parte de aquello a lo que contribuye de manera importante. Un niño que es servido, pero no se le anima a contribuir, tendrá baja auto-estima. Todos necesitamos ser necesitados.
La “afirmación positiva” es degradante si no está basada en un desempeño genuino. Los niños apreciarán el elogio proporcionalmente a cuánto éste refleje exactamente su desempeño. El elogio falso es recibido como manipulación. Cuando los niños son parte de un equipo familiar venciendo obstáculos reales, ellos saben que son necesitados. Sus contribuciones son esenciales, así que ellos son esenciales. Luchar juntos y vencer juntos hace la unión de almas.
X. Ejemplo
Sé lo que quieres que tu hijo sea. “El ejemplo arrastra.” Los niños leen las acciones mejor que las palabras. Son imitadores, asemejándose a quien más admiran. Si no puedes vivir lo que dices, no esperes que ellos lo hagan. Cuando el niño mayor desarrolla malos hábitos, los menores seguirán su ejemplo y probablemente irán más allá en la dirección equivocada. Del mismo modo, si tienen a ese primogénito bajo control, tendrás un buen ejemplo para los otros niños que vienen detrás.
XI. Manejo de crisis
Con frecuencia la vida va de crisis en crisis, especialmente para los niños y adolescentes. Hay frustración, decepción, rechazo, fallas, enfermedad, dolor, etc. La habilidad para ver supuestas crisis como oportunidades aminora significativamente el estrés en la vida. Una persona con esta clase de perspectiva es llamada “valiente, resistente” o “sabio”.
Puedes llamar a esto “habilidades para copiar.” Cuando estás junto a tu hijo por dieciocho años, compartirás reacciones a los golpes de la vida. Ellos aprenderán de ti a lidiar con el enojo y el conflicto.
XII. El significado de la vida
Un ser humano sin propósito es un parásito. En el corazón de cada uno está el vago conocimiento de que “He sido puesto en esta Tierra para un propósito más alto que el placer. Tengo un destino que cumplir”. Como cristianos, sabemos que nuestro destino es “ser conformados a la imagen de su hijo” (Rom. 8:29). Debemos enseñar a nuestros hijos a vivir a la luz de la eternidad.
Tomado de «12 Parenting essentials» por Michael Pearl, artículo publicado en «nogreaterjoy.org». Traducido por mí.
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